EL NUEVO NACIMIENTO (DOCTRINA BASICA )

EL NUEVO NACIMIENTO

 

Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.

JUAN 3:3

 

   

INTRODUCCIÓN

 

Hace casi 2,000 años que un hombre muy importante de la nación de Israel se presentó a Jesús de  noche, para conocerle como RABÍ que venía de Dios, por las señales que éste hacía. Sin embargo Jesús sin reparar en las palabras de Nicodemo, le dice que si no nace de nuevo, no podrá ver el Reino de Dios.

Desde ese momento todos los discípulos de Jesús a través de los siglos han dicho mucho acerca del  nuevo nacimiento. Hoy por medio  de la revelación progresiva dada por el Señor a sus apóstoles,  deseamos desarrollar este tema con la ayuda del Señor.

 

1) DEFINICIÓN DE CONCEPTOS EN TORNO AL NUEVO NACIMIENTO

 

Regeneración: Esta palabra se menciona en Mt- 19:28 y en Tit. 3:5. Se escribe en griego Palingenesis: Palin = de nuevo, otra vez; génesis = nacimiento. De esto literalmente se puede traducir: nacimiento de nuevo.

 

2) NECESIDAD DE NACER DE NUEVO (REGENERACIÓN)

 

  1. a) Si hay que nacer de nuevo es porque algo murió antes.

Según Gn. 2:17, Dios le dijo al hombre: El día que comas del árbol del conocimiento del bien y el mal, ciertamente morirás. Nosotros sabemos que Adán y Eva comieron, y a menos que Dios no cumpla su Palabra, ambos murieron. No obstante, vemos en Gn. 3:6-21 que después de haber comido aun estaban existiendo. Esto nos enseña que en el pensamiento bíblico, muerte no es lo mismo que inexistencia. Prueba de ello es que estando muertos (separados de Dios), en Gn. 3:21 vemos que se les hizo vestidura de piel para sus cuerpos. Para entender mejor lo que pasó, tenemos que recordar algunas cosas que la Biblia nos dice acerca del ser integral del hombre.

 

  1. El hombre es tripartito, es decir que tres partes componen su ser (Ts. 5:23) y son: cuerpo, alma y espíritu.

Lo  siguiente  nos ayuda a transmitir esta verdad en forma didáctica.

 

CUERPO: Parte exterior que se ve (es el estuche del Alma)

ALMA: Contiene el Intelecto  la Voluntad y los Sentimientos

ESPIRITU: parte más interna creada para tener Comunión con Dios

 

Teniendo en cuenta todo lo anterior, podemos concluir que al pecar Adán y Eva fue su espíritu el que murió, es decir, dejó de tener comunión con Dios. Esto es evidente   cuando el hombre después de pecar, se esconde de Dios.

 

  1. La muerte del espíritu trajo como consecuencia la degeneración del alma y ésta a su vez afectó el cuerpo. Asimismo, la Creación fue maldita por el pecado, lo que afectó el medio ambiente en el que se movían Adán y Eva; y produjo enfermedades al cuerpo, hasta que Adán de 930 años murió físicamente (Gn. 5:5).

 

  1. b) La muerte espiritual y física es transmitida a todos los hombres (Ro. 5:12-19; 1 Co. 15:20-22; Ef. 2:15-5; Col. 2:13).

 

  1. La muerte espiritual garantiza la muerte física y si no hay regeneración, la muerte segunda en el infierno.

La Biblia dice que el pecado entró en el mundo por un hombre y la muerte por el pecado. Esta muerte espiritual se extendió a todos los hombres porque todos pecaron (Ro. 3:23; 5:12).

 

  1. Dios creó a Adán y a Eva para no morir físicamente; sin embargo, el pecado trajo consigo esta maldición como se ve según el contexto en 1 Co. 15:20-22. ¡Gloria a Dios porque en Cristo esta maldición ha sido abolida! Por eso los hijos de Dios sólo duermen con la esperanza cierta de la resurrección. ¡Aleluya!

Podemos concluir que la necesidad de nacer de nuevo o ser regenerado, es porque el hombre sin Cristo está muerto espiritualmente en delitos y pecados (Ef. 2:1-5; Col. 2:13).

 

 3) COMO SE LLEVA A CABO EL NUEVO NACIMIENTO

 

Sin duda esto encierra un gran misterio y lo que a continuación vamos a estudiar solamente pretende ser un pequeño acercamiento. Algún día el Señor nos lo explicará a plenitud.

Para que se opere el nuevo nacimiento,  el espíritu que está muerto debe cobrar vida a través de un encuentro con Aquel que es la vida (Jn. 14:6).

Veamos cómo se lleva a cabo ese encuentro:

 

  1. a) El Señor enseñando a sus discípulos acerca de la obra del Espíritu Santo dijo que convencerá de pecado, justicia y juicio (Jn. 16:8-11). Es por eso que por un toque del Espíritu se produce en nosotros arrepentimiento (cambio de mente), a través del cual conocemos quienes somos nosotros y por primera vez aceptamos nuestra culpabilidad ante Dios.

 

  1. b) Con esta convicción de pecado, el Espíritu Santo lleva al arrepentimiento genuino, frente a la Palabra para ser creída o no.

En  Jn. 1:12-13 dice: Mas a todos los que le recibieron, es a saber, a los que creen en su nombre les ha dado el privilegio de ser hechos hijos de Dios, los cuales fueron engendrados…, de Dios (versión Pratt).

Al creer en Cristo somos engendrados por la Palabra. Este engendramiento de Dios (de si-miente incorruptible), nos transmite vida nueva (1 P. 1:23, Stg. 1:18). Sin embargo, como lo podemos ver en la parábola del sembrador (Mt. 13:18-23), hay diferentes terrenos en los cuales es sembrada la semilla de la Palabra.

 

 

  1. Terreno junto al camino.

Es el que oye la Palabra y no la entiende. El maligno viene y arrebata la Palabra que fue sembrada en su corazón.

 

  1. Terreno de pedregales.

Oye la Palabra y la recibe con gozo, pero no tiene raíz profunda sino es temporal y la aflicción por causa de la Palabra lo hace tropezar y caer.

 

  1. Terreno entre espinos.

Oye la Palabra, sin embargo las preocupaciones del mundo y el engaño de las riquezas ahogan la Palabra y queda sin fruto.

 

  1. El buen terreno.

Es el que oye la Palabra y la entiende (engendramiento), éste da fruto a 30, a 60 o a 100.

El fruto producido por la Palabra en el buen terreno, evidencia el nuevo nacimiento, el cual nos hace nuevas criaturas en proceso de maduración hasta alcanzar la estatura del varón perfecto a la plenitud del Hijo de Dios.

En el nuevo nacimiento, nuestro espíritu que antes estaba muerto toma vida y nuestro espíritu viene a ser uno con el de Cristo (1 Co. 6:17), quien se hizo para nosotros sabiduría de Dios, justificación, santificación y redención; lo cual garantiza que la obra iniciada se completara hasta la glorificación de nuestros cuerpos (1 Co. 1:30; Ro. 8:29-30).

 

4)  — FRUTOS DEL NUEVO NACIMIENTO

 

Es el apóstol Juan el que más escribe sobre el nuevo nacimiento, no sólo en su evangelio sino en sus cartas pastorales; siendo la primera la que más abundantemente nos habla de los frutos del que ha nacido de nuevo.

 

  1. a) El nacido de nuevo es hecho hijo de Dios (Jn. 1:12-13).
  2. b) Andamos en luz, teniendo comunión los unos con los otros (1 Jn. 1:7).
  3. c) Amor a nuestros hermanos (1 Jn. 1:10; 3:14; 4:7).
  4. d) Ninguno que es nacido de Dios practica el pecado (1 Jn. 3:9; 5:18). Esto si no se interpreta bien puede causamos confusión, ya que en 1 Jn 2:1 leemos: ”Si alguno peca, abogado tenemos para con el Padre a Jesucristo el Justo.” ¿Se contradice el apóstol? ¡No! En realidad él quiere enfatizar el hecho de que el que ha nacido de nuevo huye del pecado; sin embargo, si a éste le alcanza, debe confesarlo y confiar en Aquel que a la diestra del Padre interpone su sacrificio de sangre para el perdón de pecados.
  5. e) El que es nacido de Dios vence al mundo por la fe en Cristo (1 Jn. 5:4-5)
  6. f) Tenemos la vida (1 Jn. 5:12-13).
  7. g) El recién nacido anhela la leche espiritual no adulterada (1 P. 2:2).

 

 

 

CONCLUSIONES

 

  1. Por el pecado de Adán la condición del hombre sin Cristo es de muerte espiritual.

 

  1. La muerte espiritual hace imprescindible el nuevo nacimiento.

 

  1. En el nuevo nacimiento nuestro espíritu toma vida y nos es transmitida la simiente incorruptible (la naturaleza divina) por el engendramiento de la Palabra.

 

  1. El nuevo nacimiento garantiza todo el proceso de pasar de muerte a vida total.

 

  1. No todo el que oye la Palabra la entiende, sino sólo aquel que con buen terreno en su corazón la recibe y éste fructifica en diferentes niveles.

 

  1. Para nacer de nuevo es necesario un arrepentimiento genuino.